El Ser Humano





Algunos investigadores están convencidos de que el ser humano no es más que un primate, un mamífero de enorme éxito evolutivo, que por la selección natural de los que mejor se reproducían, ha llegado a tener las características que hoy goza.
Así, por ejemplo, en un libro reciente, alguien  ha opinado que el secreto de la vida no es el ADN, por muy importante que sea a nivel molecular, sino el principio de colaboración entre los genes. En pocas palabras, cualquier gen que, surgiendo como resultado de una mutación, no aportara algo positivo a la supervivencia de todos los demás genes del organismo (o por lo menos no resultara destructivo) jamás sobreviviría. Los relativamente pocos genes de un microorganismo unicelular primitivo hace miles de millones de años, por ejemplo, o bien cooperaban para sobrevivir y reproducirse todos ellos, o de lo contrario perecían también todos. Estos «equipos» de genes han ido añadiendo más y más «jugadores» con el paso del tiempo, constituyendo al fin organismos extremadamente complejos, pero el objetivo ha sido siempre el mismo: un gen sólo «gana» (se reproduce en la siguiente generación) si también «ganan» todos los demás.
El ser humano constituye desde el punto de vista biológico  una especie animal bajo la denominación científica de HOMO SAPIENS (del latín Homo=hombre, sapiens=sabio) y pertenece a la familia HOMINIDAE.

En el pasado, el género homo fue más diversificado, y durante el último millón y medio de años incluía otras especies ya extintas hasta hace poco, la biología utilizaba un nombre trinomial Homo sapiens sapiens para esta especie, pero más recientemente se ha descartado el nexo filogénetico entre el neandertal y la actual humanidad,por lo que se usa exclusivamente el nombre binomial. Homo sapiens pertenece a una estirpe de Primates, los hominoideos. Evolutivamente se diferenció en África y de ese ancestro surgió la familia de la que forman parte los homínidos.

Filosóficamente,  el ser humano se ha definido y redefinido a sí mismo de numerosas maneras a través de la historia, otorgándose de esta manera un propósito positivo o negativo respecto de su propia existencia. Existen diversos sistemas  religiosos e ideales filosóficos que, de acuerdo a una diversa gama de culturas e ideales individuales, tienen como propósito y función responder algunas de esas interrogantes existenciales. Los seres humanos tienen la capacidad de ser conscientes  de sí mismos, así como de su pasado; saben que tienen el poder de planear, transformar y realizar proyectos de diversos tipos. En función a esta capacidad, han creado diversos códigos morales y dogmas  orientados directamente al manejo de estas capacidades. Además, pueden ser conscientes de responsabilidades y peligros provenientes de la naturaleza, así como de otros seres humanos.


El Cuerpo Humano

Nivel celular
La Citología es la rama de las ciencias biológicas que estudia las células. La célula es la mínima unidad de la vida. Todas las células humanas son células eucariotas, como las células de todos los animales y plantas. Todas las células comparten unos elementos esenciales, como son la membrana envolvente, el citoplasma, rico en orgánulos en las células eucariotas y un núcleo claramente diferenciado en este tipo de células, con una membrana nuclear que envuelve al material genético. El núcleo, es el "cerebro" organizador de la célula, y sigue un "programa" o plan general coordinado, escrito, en la especie humana, en 100.000 genes, ordenados en 23 pares de cromosomas. Cuando el ser humano alcanza la edad adulta, el cuerpo se compone de cerca de cien billones de células.
Nivel anatómico
La Histología se ocupa del estudio de los tejidos biológicos. Existen sólo unos pocos tejidos básicos, que son el epitelial, el conjuntivo, el muscular y el nervioso, con los que el organismo se relaciona, se protege, secreta sustancias, mantiene su forma, se desplaza, coordina sus funciones y relaciones con el medio.
Nivel cuerpo íntegro
La piel del cuerpo humano tiene una superficie aproximada de 2 m², y su espesor varía entre los 0,5 mm en los párpados a los 4 mm en los talones. La densidad media del cuerpo humano es de unos 933 kg/m³. La altura media de un adulto humano es aproximadamente de 1,7 m.
El cuerpo humano sigue en constante evolución, pero es un recién llegado al planeta. Si se considera que la vida surgió en la Tierra hace 24 horas, el ser humano (Homo sapiens) apenas ha vivido los últimos 3 segundos.

El agua del cuerpo humano

El agua es el principal componente del cuerpo humano, que posee un 75% de agua al nacer y cerca del 65% en la edad adulta. Aproximadamente el 65% de dicha agua se encuentra en el interior de las células y el resto circula en la sangre y baña los tejidos. Es imprescindible para la existencia del ser humano, que no puede estar sin beber agua más de cinco o seis días sin poner en riesgo su vida. El cuerpo pierde agua por medio de los excrementos, la transpiración y la exhalación del vapor de agua en nuestro aliento, en función del grado de actividad, temperatura, humedad u otros factores.

En cuanto a su locomoción y movimiento, es uno de los más plásticos del reino animal, pues existe una amplia gama de movimientos posibles, lo que le capacita para actividades como el arte escénico y la danza, el deporte y un sinnúmero de actividades cotidianas. Asimismo destaca la habilidad de manipulación, gracias a los pulgares oponibles, que le facilitan la fabricación y uso de instrumentos.
La especie humana posee un notorio dimorfismo sexual en el nivel anatómico, por ejemplo, la talla media actual entre los varones caucásicos (si crecen bien nutridos y con poco estrés) hacia los 21 años es de 1,75 m, la talla media de las mujeres caucásicas en iguales condiciones es de 1,62 m, y los pesos promedios respectivos son de 75 kg y 61 kg respectivamente; aunque sí se ha notado una «tendencia secular» al aumento de las tallas (especialmente durante el siglo XX).




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